No pasó nada

Publicado en Diario Hoy
05/02/2006
María Paula Romo


La mayor preocupación que he tenido esta semana ha sido la sospecha de que me empieza a fallar la memoria, o que tengo una imaginación desbordante que me permite tener imágenes exactas de cosas que no han sucedido. ¿No se hicieron esa pregunta cuando un juez declaró esta semana que los disparos desde el Ministerio de Bienestar Social no están probados ni constituyen fundamento suficiente para el proceso? ¿Quiénes serán (seremos) los que no tienen memoria?, o ¿estaremos viviendo un momento de delirio colectivo y solo unos cuantos lúcidos saben exactamente lo que está pasando?
¿Será que nos imaginamos la beligerancia de Bolívar González, su contramarcha, las amenazas o las imágenes de una persona con la cara cubierta disparando desde el despacho de González en el Ministerio de Bienestar Social? También cabe la posibilidad de que nuestra imaginación se haya excedido al creer que la justicia funciona, que el que comete errores los paga y que la indignación había llegado a su punto máximo. Puesto así, preferiría que sean los disparos producto de mi imaginación y que no resulte fantasiosa mi expectativa del sistema de administración de justicia.
Pero no solo este capítulo pone a prueba la memoria. Esperemos también que el Gobierno de Alfredo Palacio recuerde lo suficiente como para investigar y presentar al Ministerio Público las pruebas suficientes para castigar la persecución, el espionaje y la represión de las últimas semanas del coronel Gutiérrez. Ojalá también esté grabado el nombre de todos los diputados y diputadas que destituyeron a la Corte Suprema de Justicia y nombraron magistrados a dedo. Ellos y Gutiérrez aún tienen mucho por qué responder.
Y ya que estamos en esto; a investigar lo que sucedió en el Servicio de Rentas Internas mientras el Prian y Sociedad Patriótica sacaban a la Econ. De Mena. ¿Quién ha sido sancionado ya por el escándalo de las visas a ciudadanos chinos y en dónde está el militar que paseaba a un genocida por Buenos Aires?
Los ciudadanos y ciudadanas tenemos la obligación de mantener viva la memoria. Mientras tanto, las instituciones deben asegurarse de impedir la impunidad. Hoy el 70% de las personas que están en las cárceles del Ecuador no tiene sentencia y permanece ahí por la incapacidad del sistema para administrar justicia, pero al mismo tiempo no existe castigo para aquellos que deberían estar presos. Pero aunque finjan que aquí no ha pasado nada, habemos algunos dispuestos a recordárselos.

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