María Murgueytio de Guerrero, un nombre para la historia


María Murgueytio de Guerrero o la señora Marujita, la forma cariñosa con que los más cercanos se refieren a ella, porque no importa la familiaridad o el cariño, no parece posible dejar de decirle “señora” como si una se estuviera dirigiendo a un importantísimo personaje como, en efecto, es este caso.

María Murgueytio nació en Riobamba hace 89 años. Aunque a muchas de nosotras nos resulte una época lejana, desconocida, ella perteneció a una generación de mujeres para las que ir al colegio o graduarse de bachilleres representaba una conquista importantísima, resultado de un gran sacrificio y de enfrentarse a la idea de lo “normal” o lo correcto para una joven. Así lo hizo: junto a Aída Marchán fueron las primeras mujeres en obtener su bachillerato en el Colegio Pedro Vicente Maldonado. Se convirtió tiempo después en profesora de historia en ese mismo colegio.

Quienes la conocieron en esos años la recuerdan como una mujer inteligente, de una inmensa fuerza, amante de Riobamba y Chimborazo, y preocupada por el bienestar de su gente. Su primera incursión política fue en el movimiento de mujeres chimboracense que lideró en defensa de los derechos de las mujeres y de la democracia, en particular, en la época de la última dictadura militar. Desde esa plataforma –y una vez inaugurado el nuevo período democrático- fue electa por votación popular como vicealcaldesa de Riobamba y tras la renuncia del entonces alcalde Edelberto Bonilla, se convirtió en su primera alcaldesa y la primera mujer ecuatoriana en ocupar ese cargo.

Las anécdotas sobre esa época están llenas de recuerdos sobre su rectitud y firmeza, sobre su claridad para reclamar atención y recursos para su ciudad, por resolver los obstáculos burocráticos, por “hacer pasar vergüenzas” a los que pedían favores o insinuaban merecer preferencia. A partir de allí no dejó de estar a la cabeza de importantes instituciones y proyectos educativos y culturales en Chimborazo y su capital.

La señora Marujita murió este miércoles 3 de febrero de 2016. Tuve el privilegio de conocerla ya en sus últimos años, rodeada del cariño y la dedicación de una familia que la adoraba, y aunque –según la ley de la vida- su cuerpo se iba apagando, no dejó nunca de irradiar la seguridad y la fuerza que todos conocieron de ella. María Murgueytio de Guerrero es un nombre que hay que incluir en la historia: en la de la lucha de las mujeres, en el registro de las que con su  tenacidad han abierto camino para que hoy nuestras vidas sean distintas; y, en la historia de la política del Ecuador, forjada también por estas pequeñas conquistas.  

Comentarios

  1. Muchas gracias por la semblanza. Es un personaje que debemos tomar en cuenta para la historia

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