COMUNICADO, 28 de enero 2011

Con toda convicción nos jugamos por este sueño, asumimos la responsabilidad de los debates y las decisiones. Este proceso ha transformado el país y precisamente para profundizar esa transformación el Presidente no puede excederse en sus funciones. En el ejercicio del poder debemos estar dispuestos a reconocer límites, es por eso que no encontramos justificación a la consulta popular propuesta. Creemos además que las preguntas planteadas no solucionarán ni los problemas de inseguridad que hoy aquejan el país, ni la crisis que vive la Justicia en el Ecuador.

Hoy con gran tristeza anunciamos nuestra separación de Acuerdo País. No nos vamos a la oposición. Seguiremos apoyando todas las decisiones que se encuentren en la línea de la Constitución de Montecristi y la consecución del buen vivir de los ecuatorianos. Claro que el Ecuador necesita cambios profundos, pero esos cambios no pueden hacerse sacrificando derechos y libertades.

La administración de justicia también necesita un cambio radical y no nos cansaremos de trabajar por ello; lo revolucionario, en el Ecuador de hoy, es crear y sostener instituciones. Para la renovación de la justicia nosotros todos diseñamos y defendimos las reglas que están en la Constitución, ese debe ser el camino a seguir. Nos habría gustado tener este debate dentro pero la propuesta no fue discutida en ninguna instancia y lamentablemente la diferencia de ideas se ha convertido en un conflicto dentro de una organización que estaba llamada a ser democrática y respetuosa de la diversidad.

En consecuencia con la decisión del Consejo Nacional de la Ruptura, quienes participamos en el ejercicio del poder Ejecutivo, renunciamos esta mañana a los encargos a nosotros encomendados por el Presidente de la República.

Esta ha sido para nosotros una dura decisión pero los temas de la consulta nos enfrentan a los principios que hemos defendido.

Comentarios

  1. Bueno, les... respeto un poco más por este espíritu crítico que ahora parecen tener. Pero sí creo que deben tomar en cuenta algunas contradicciones entre su manifiesto actual y su carrera política.

    Por ejemplo, ustedes dicen que "el Presidente no puede excederse en sus funciones" y que "en el ejercicio del poder debemos estar dispuestos a reconocer límites". Estoy totalmente de acuerdo con eso, pero me parece que debían haberlo tomado en cuenta mucho antes. Creo que en el proceso de fortalecer al Gobierno del que ustedes fueron parte, esos valiosas ideas fueron ignoradas, y ustedes lo justificaron de diversas maneras en su momento.

    Cuando leo que "lo revolucionario, en el Ecuador de hoy, es crear y sostener instituciones", por un lado me parece contradictorio porque el concepto de "revolución", al menos según la interpretación que se le da por estas tierras, es opuesto al de institución: La revolución arrasa con las instituciones, no hace los cambios desde ellas por considerarlas "burguesas", "de la partidocracia", "neoliberales" o cualquiera de esas palabras-comodines; y por lo general a quienes intentan mantener un poco de institucionalidad se los critica por "no atreverse" a revolucionar, se dice que "no es una verdadera revolución" cuando se mantienen algunos pilares de la institucionalidad (y por lo tanto, los revolucionarios no han captado todo el poder). Y esto es lo que ha comenzado a pasar aquí... con su colaboración, pues la Revolución Ciudadana no se ha caracterizado precisamente por su respeto a las leyes e instituciones, ¿o de verdad les parecía que sí? ¿Por qué?

    Dicen que les "habría gustado tener este debate dentro pero la propuesta no fue discutida en ninguna instancia y lamentablemente la diferencia de ideas se ha convertido en un conflicto dentro de una organización que estaba llamada a ser democrática y respetuosa de la diversidad". Bueno, esto (que no se aceptan discusiones ni debates) se venía diciendo desde hace rato por parte de la gente crítica a su Gobierno, pero se desmentía y se decía que eran mentiras de la derecha, de la partidocracia y de la prensa corrupta... y si bien no recuerdo a ninguno de ustedes diciéndolo directamente, tampoco lo desmintieron o matizaron. Se entiende que hayan querido "lavar la ropa sucia en casa", pero pienso, desde fuera, que podían haber sido más críticos y, por qué no, prudentes desde un principio. Por otro lado, si como organización tenían la idea de ser democráticos y respetuosos de la diversidad, ¿cómo explican que su candidato a la presidencia y una de las principales figuras haya sido un admirador de los regímenes menos democráticos del continente? No tiene mucho sentido, pero en su momento no parece que eso les haya molestado lo más mínimo.

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  2. Entonces lo siento, pero me parece que a eso de "los principios que hemos defendido" habría que añadirle un "de vez en cuando" o "cuando no estorbaban en el camino al Poder". Pues en la práctica sucedió así. Yo no creo que ustedes sean corruptos en el sentido tradicional del término, pero sí creo que cayeron en la lujuria del cambio, de la transformación... de la Revolución, vaya, y se olvidaron de los muy nobles principios que aquí mencionan. No veo cómo podían esperar que eso dé frutos distintos a los que ha dado.

    En todo caso, prepárense para que les saquen los trapos sucios al sol. Ahora que ya son "traidores" supongo que pasarán a ser también oligarcas, niños bien que nunca entendieron la revolución, socialistas de hacienda o quizá algo más creativo. Nos enteraremos de eso en las cadenas sabatinas y en los medios no vendidos, el mayor monopolio mediático del país... que ustedes de alguna manera contribuyeron a crear.

    Por mi parte les deseo lo mejor, considero que en principio son personas valiosas y útiles para el país, pero sí creo que deberían hacer una introspección un poco más grande y ver hasta qué punto sus críticas actuales siempre fueron pertinentes y no quisieron verlo.

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